24/3/10

Echale la culpa a la memoria

El Museo de la Memoria que ansío no es el que uno puede visitar hoy en la ESMA.
El Museo de la Memoria que ansío no se remite a sacar cuadritos de la pared.

Quiero jaulas.  Con gente.  Adentro.
Quiero jaulas con los culpables.
Quiero ver a todos los culpables adentro de esas jaulas.

Quiero un Museo de la Memoria Viva.
Y mientras vivan los culpables, los quiero ver en esas jaulas.

Eso sería un Verdadero Museo de la Memoria.

Y ahí sí que iría.  A verlos.  En sus jaulas.  Y los miraría a los ojos.  E iría con mis hijos y les diría con calma.
- ¿Ves?  Eso que ves ahí es un hijo de re mil putas.

Quiero que todos los culpables nos tengan que mirar a la cara a todos los que nos quedó una cara.
Al menos por las caras que ya no están.
Les prestaría con gusto mi cara.  Y mis ojos.  Para que puedan verlos.  A ellos, que aún tienen cara.
Pero en jaulas los quiero.
Creo que ya lo dije.

12/2/10

Echale la culpa a San Valentin

A continuación pasaremos a detallar distintas maneras de solicitarle a una muchacha/o que sea su Valentín el próximo Domingo.
Apelar al clásico osito.  Como si los ositos fueran algo tierno, por todoslosdioses.
Usar poemas cursis.  Y exagerar con el rosa.  Y los besos.  Y los corazones.
Atraer explotando el costado más cachondo.  No haré mención a las coloradas.
Utilizar niños o perros para captar toda la atención de eso que llamamos sensibilidad.
Como verán,  las hay para todos los gustos e intereses.
He aquí mi hermosa y sentda postal.


San Valentin

4/2/10

Echale la culpa al nudo

Tengo un nudo.
Y no es gordiano.
Alejandro, querido, puedes guardar tu espada, que si de desenvainar se trata y cortar en consecuencia, he aquí una especialista.
No es un nudo en la garganta.
Hace tiempo que las ganas de llorar se han mudado a otras tierras donde puedan sentirse bienvenidas. O necesarias.
Tampoco es un nudo en el estómago.
El dragón está manso y silencioso.
Ni siquiera es un nudo corredizo.
Marineros, pescadores y verdugos, abstenerse.
No es un nudo que pueda mermar cambiando de acondicionador.
Mucho menos apelando a la buena voluntad de la desatanudos.
Tengo un nudo.
 
 

2/2/10

Echale la culpa a la diosa

Dicen por allí que la onda es entregarse a la corriente de la Vida.  Ella se encargará de llevarnos a ese lugar dónde necesitamos estar.

Yemanjá, Iemanja o la Virgen Stella Maris.
Hoy la homenajean cientos, miles, millones.

No creo que haga falta ser africano para alabarla.
Reina y protectora de los mares.  Agua que limpia, que mueve, que destruye. 

Agua fuera de control.

15/1/10

Echale la culpa a Tanguito y su lista interminable de cosas más importantes que la seguridad

Si yo pudiera, alguna vez, una sola más no sea, conservar lo que pensé la noche anterior en la nueva mañana, o llegar de la mañana a la noche pisando el mismo suelo, seguramente, no sería yo.

Sin ir más lejos, lo dicho lo escribí cuando me levanté.


Ahora no estoy tan segura.


Y cuando estaba por perder la cabeza
de tanto desnudar a la Verdad,
erguido en dos patas me miraba:
el hueso de albaricoque de una certeza.
La han pedido clara y distinta,
a gritos, murmurando, encarnada.
- ¡Tanta tinta derramada!
Y siguió su camino la certeza.

(Mochuelo dixit)

14/1/10

Echale la culpa al ocio



 

Materiales que necesitará para confeccionar estos simpatiquísimos almohadones.

- Tiempo.  Mucho.  Tiempo al pedo, básicamente.  La realidad es que se hacen muy rápido.
- Que su pareja, novio, marido, amante o uno de sus polinovios cuente con una quincena de Vacaciones mientras que usté tiene la dicha de contar con un mes completo.
- Tener algún tipo de obsesión con los colores.  Eso facilita mucho a la hora de combinar prendas.
- Un pasado un poco jipón en su guardarropa.  Sólo es necesario si desea utilizar la misma tela.  Puede usar cualquier tipo de pantalones, che.
- Pertenecer a un círculo de compradores compulsivos re-contra consumistas que le llenen la casa de bolsas que usté ya no sabe dónde mierda poner.
- Una buena tijera, o como es mi caso, la única tijerita que encontré.
- Una mesa donde poner todas las cosas que va a usar.
- Una silla para laburar, no haga como yo que me quedé parada todo el tiempo al pedo.

Muy bien.
Ahora sí, el paso a paso.

Agarre algunas polleras que ya no usa desde hace años pero le da cosa regalar.  Meta adentro de las polleras los almohadones grandes.  Como afortunadamente no estoy tan gorda, no tengo una pollera tan grande como para cubrir el almohadón del sillón de dos cuerpos.  ¡No os preocupéis!  Manotee una de las dos cortinas del comedor y envuelva el almohadonote.  Listo.

El turno de los pantalones ecuatorianos.  Sí, a veces uno crece.
Corte la cintura, bue, sí, el elástico ese de mierda que ni ajusta.  Separe las dos piernas.  Hágale un moño con el cintito que ajustaba en algún momento el elástico.  Meta haciendo bollos todas esas bolsas que no sabía dónde poner.  Cierre el caramelo con el otro cacho de cinta.  Y voilá.

 

Echale la culpa a China

De la misma manera que don Jesús eligió a Judas como Apóstol, aún  sabiendo que lo traicionaría, doña Cristina eligió como vicepresidente de su Gobierno a don Cobos.

Me recuerda muchísimo ese chiste tan tonto de "Seré yo, Señor?"

"Institucionalmente sería la confirmación absoluta de los intentos desestabilizadores del vicepresidente", dice don Rossi.

Y cuando veo estas encuestas, laméntolas profundamente.

 ¿Cree que Cobos debe convocar a sesiones extraordinarias durante la ausencia de la Presidenta?



76.31%
No
21.91%
No sabe
1.78%
Certifica.com

11/1/10

Echale la culpa a la ausencia

Mi barrio, mi casa, mi perro, mi ducha, mi pava, mi mate.  Mi amor.

Llegar a Casa.

29/12/09

23/12/09

Echale la culpa a Adrogué

Bares, bancos, peluquerías, Colegios Bilingües y geriátricos.

Ese es mi pueblo.

21/12/09

Echale la culpa a las Fiestas. Así, con mayúscula

Si todos los deseos que me han dirigido (de felicidad, felicidades, feliz navidad, feliz año nuevo y felices vacaciones),  fueran todos, toditos, todísimos, genuinos, sería increíble el cúmulo de Bien que me han deseado los últimos días.

Si fueran genuinos, claro.  La mayoría de esos buenos deseos se tiran al aire como si nada.

Ya saben.
Por eso creo en la Navidad.
Por esos pocos, o muchos, bien intencionados que desean el Bien.

¿Qué no hay que esperar a la Navidad para desearlo?
Pero claro, hombre.  Pero justamente para esa época es que todo el mundo anda vomitando  buenos augurios.

Ese es el milagro.


17/12/09

Echale la culpa a la seguridad

La gente se ofende cuando digo que no puede juzgarse a un tipo que por robarte el celular, el auto o $20, te pega dos tiros.
No somos iguales.
Y sin igualdad de principio, la justicia no puede aplicarse.
El tipo que te mata, como lamentablemente no valora su Vida, no tiene la capacidad de valorar la tuya.  Y por eso te mata, porque como su Vida no vale, la tuya tampoco.

*

El tipo que te mata por robarte el auto, no valora la Vida.
El tipo matado por resistirse al asalto, tampoco valora la Vida.  Valora al auto.

*

¿Quién tiene que ser juzgado?

4/12/09

Echale la culpa a ¿Georgie?

Ya somos el olvido que seremos.
El polvo elemental que nos ignora
y que fue el rojo Adán y que es ahora
todos los hombres y los que seremos.

Ya somos en la tumba las dos fechas
del principio y el término. La caja,
la obscena corrupción y la mortaja,
los triunfos de la muerte y las endechas.

No soy el insensato que se aferra
al mágico sonido de su nombre;
pienso con esperanza en aquel hombre
que no sabrá quien fui sobre la tierra.

Bajo el indiferente azul del cielo,
esta meditación es un consuelo.

Echale la culpa al Ser

El Ser habita sólo en lo que se ha sido.
Ni en lo que es, ni en lo que será.

3/12/09

Echale la culpa a Labordeta

Me registro los bolsillos desiertos
para saber dónde fueron aquellos sueños.
Invado las estancias vacías
para recoger mis palabras tan lejanamente idas.
Saqueo aparadores antiguos,
viejos zapatos, amarillentas fotografías tiernas,
estilográficas desusadas y textos desgajados del Bachillerato,
pero nadie me dice quién fui yo.

Aquellas canciones que tanto amaba
no me explican dónde fueron mis minutos,
y aunque torturo los espejos
con peinados de quince años,
con miradas podridas de cinco años
o quizá de muerto,
nadie, nadie me dice dónde estuvo mi voz
ni de qué sirvió mi fuerte sombra mía
esculpida en presurosos desayunos,
en jolgorios de aulas y pelotas de trapo,
mientras los otoños sedimentaban
de pálidas sangres
las bodegas del Ebro.

¿En qué escondidos armarios
guardan los subterráneos ángeles
nuestros restos de nieve nocturna atormentada?
¿Por qué vertientes terribles se despeñan
los corazones de los viejos relojes parados?
¿Dónde encontraremos todo aquello
que éramos en las tardes de los sábados,
cuando el violento secreto de la Vida
era tan sólo
una dulce campana enamorada?
Pues yo registro los bolsillos desiertos
y no encuentro ni un solo minuto mío,
ni una sola mirada en los espejos
que me diga quién fui yo.

Miguel Labordeta

25/11/09

Echale la culpa a Sandro

No conocer nuestra fecha de vencimiento, nos hace mucho más estúpidos. Pero mucho.

Hoy la mañana escuchaba, si se puede decir escuchar eso que intento hacer cuando ingreso al mundo de los vivos, el parte médico de Sandro.  El tipo estaba internado desde Marzo.
Esperando desde Marzo.
Esperando para poder Vivir desde Marzo.
¡Pobre hombre!
Lo que debe ser tener que esperar por Vivir desde Marzo.

Un poco, sólo un poco, más despierta, o sea alrededor de las 11 de la mañana, caí en la cuenta que no conozco una sola persona que viva de otra manera. 
Todos esperamos que pase algo para Vivir.



19/11/09

Echale la culpa Charly

Hubo un tiempo en el que nací. 
Por aquellos tiempos, mi hermano contaba apenas con un año y pico de Vida.  Poco.  Aunque no para él, claro, porque era toda su Vida.  Y durante toda esa "su Vida", había sido el amo y señor del Universo, o al menos del suyo.
Imagino que no le agradó demasiado que aparezca otro planeta con la intención de compartir su señorío.  Imagino también que los ¿adultos? serviles trataban de proteger mi aún más corta Vida.

Mi abuelo me atajó en el aire cuando mi hermano, sin querer, volteó el moisés.  Varias veces.
Imagino que mi hermano descubrió que no iba a ser tan fácil deshacerse de  "la nena". Y se enojó.  Como no podía matarme sin dejar evidencias, comenzó a morder a todas las nenas que se cruzaban por su camino.  A todas.  Y tenía varias.  Por esa época vivíamos en un departamento en las Torres de Temperley.  Muchas, pero muchas, potenciales y actualizadas víctimas encontraba en los pasillos, en el ascensor, en la plaza de la estación.  Se hizo famoso entre las nenas Vecinas como "el nene que morde".

Nenes que muerden abundan.
A veces te atacan por sorpresa.  Y sólo queda llorar, gritar y decirle a tu mamá.

Pero si ponemos el dedo, ese es otro cantar.


13/11/09

Echale la culpa a mi memoria

Echale la culpa a la falta

Si tuviésemos la misma capacidad, ¿o será sólo una cuestión de Voluntad?, que las plantas, imagino que alguna parte de nuestro cuerpo, cabeza, brazos o piernas, ¿y por qué no un riñón?, tomaría un forma distinta y seguramente andaríamos por la Vida todos inclinados, siempre hacia el lado de la Ventana más cercana, buscando el sol.  O el aire.

3/11/09

Echale la culpa al ente

Ser o no ser.
Ser o parecer.
Ser o estar.
Ser o hacer-se.

Pareciera que todo lo que uno tiende a ser  encuentra resistencia en el no ser, en el parecer, en el estar y en el hacer-se.

Pero, si no soy,  parezco, estoy o me hago ¿qué soy?