23/9/09

Luz

Hace un par de años, también le anduve echando la culpa al cielo.
Y cambié de cielo con la esperanza, claro, que el ánimo cambiara con él.

Dos mil kilómetros de cielo más allá de este acá que no me cerraba y seis meses después de mirar otro cielo, me levanté una mañana, bueno, seguramente ya era el mediodía, ¿para qué engañarnos?, con la certeza, certeza dije, que no abundan, al menos por estos lares, prosiga por favor, con la certeza, viva, de sentir que nada tenía que ver el cielo, o el cambio, en el aire que me rodeaba.

Fue la luz.
Una luz que me trajo nuevamente a Buenos Aires.

Sin esa luz, vaya uno a saber lo que estarían tecleando mis dedos ahora.  Quizás nada.  Quizás hasta podría haber perdido los dedos en un accidente de trabajo en esa empresa que no conozco pero que podría haber trabajado.  El abanico de posibilidades que se cierran cuando uno elige una de ellas es un misterio.

A veces añoro aquel cielo.  Pero si somos animales rumiantes de pasados, ¿de qué me sorprendo?.

"Debes cambiar de ánimo, no de cielo".


Foto que le afané descaradamente a un amigo

12 comentarios:

  1. y viene usté tan oronda y escribe ésto en su nuevo blog.

    luminae est

    /

    ResponderEliminar
  2. Uno anda siempre buscando el cielo, pero es el cielo el que lo encuentra a uno, cuando uno está preparado para mirar y entender.

    ResponderEliminar
  3. Mire usté, las cosas que se me ocurren. Habráse visto!

    Puede ser, ¿pero cómo sabe el cielo?

    ResponderEliminar
  4. No vi la luz aún... pero cambio de ánimo asiduamente para verla... bipolaridad le dicen, yo no les creo.
    Beso

    ResponderEliminar
  5. Lo bien que hace!!!
    Desconfío plenamente de la gente con ánimo estable.

    ResponderEliminar
  6. Me parulece que esa foto que robó es de la iglesia de San Marcos Sierras, Cordoba.
    Si desconfia de la gente estable, mejor me retiro, juaaaaaaaaaaaaaa!!

    Sugus

    ResponderEliminar
  7. Le parulece mal, doña. Es del norte, de un pueblitito perdido.

    Pero quédese intestable, por favor!

    ResponderEliminar
  8. cuando uno viaja, decide que cosas llevar y que cosas no llevar: decide llevar dentifrico y decide no llevar la pava para calentar agua pal mate. pero hay cosas qu eno decide: uno no puede decidir dejar algunas cosas: como la sombra, hay cosas que vienen con nosotros.
    me lo dijo claramente un loco, antes llamado "amigo" (hoy soy mas exigente para bautizar así a la gente). digamos, un ex amigo.
    extractos de una charla entre mate y mate, y entre electodos, soldaduras, discos de hidroxido de aluminio, twister, cables y mas cables, osciloscopios, y muchos inventos a medias...

    "che loco: vos no tenes laburo, porque sos medio bohemio, pero tenes familia en italia, primos... y ciudadanía italiana, y hablas italiano.... ademas sos muy habil para trabajos de oficio (entre parentesis, la profesión del loco este es IN VEN TOR), y en europa eso si que no se consigue. Aca la gente se abusa de vos, pero alla, te podes asociar con algun pariente tuyo, y vas a tener otros ingresos, podes armar una empresa, que se yo... aca te veo con un futuro negro: laburas gratis porque todos se abusan de vos... aca no tenes pareja, estas solo... en medio de este quilombo que es tu casa dificilmente consigas alguien que te acompañe...y este quilombo tal vez expresa un quilombo mental....¿por que no lo pensas?"
    el tipo me dijo
    "sabes que pasa? si yo me voy a italia voy a tener trabajo, es cierto, y voy a tener otras posibilidades, tambien es cierto... pero si me voy a italia fabio viene conmigo"
    (el loco se llama, obviamente, fabio).

    sin embargo, a veces, desde la distancia, uno puede tomar perspectiva del lugar, e incluso de uno mismo: se pude ver como un personaje de una pelicula, actuando y haciendo, y así puede jugar al juego de los 1000 errores

    desde viedma, mirando al noroeste

    ResponderEliminar
  9. Exactamente. Esa era la idea. Uno se puede ver. Y puede ver todo lo demás.

    Tus comentarios eternos y mis comentarios mínimos, me trae otros cielos también.

    :-))))

    ResponderEliminar
  10. Ese cielo parece salteño, por ponerle un apellido. Pero se, que uno lo puede buscar cuando esté preparado para encontrarlo.
    Cambiaré de ánimo.

    ResponderEliminar
  11. Lo es.
    El lugar se llama Tres morros.

    Como si fuera tan fácil, no?

    ResponderEliminar
  12. Muy lindo. Muy muy...

    ResponderEliminar