El Museo de la Memoria que ansío no es el que uno puede visitar hoy en la ESMA.
El Museo de la Memoria que ansío no se remite a sacar cuadritos de la pared.
Quiero jaulas. Con gente. Adentro.
Quiero jaulas con los culpables.
Quiero ver a todos los culpables adentro de esas jaulas.
Quiero un Museo de la Memoria Viva.
Y mientras vivan los culpables, los quiero ver en esas jaulas.
Eso sería un Verdadero Museo de la Memoria.
Y ahí sí que iría. A verlos. En sus jaulas. Y los miraría a los ojos. E iría con mis hijos y les diría con calma.
- ¿Ves? Eso que ves ahí es un hijo de re mil putas.
Quiero que todos los culpables nos tengan que mirar a la cara a todos los que nos quedó una cara.
Al menos por las caras que ya no están.
Les prestaría con gusto mi cara. Y mis ojos. Para que puedan verlos. A ellos, que aún tienen cara.
Pero en jaulas los quiero.
Creo que ya lo dije.
24/3/10
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